5 Claves para establecer límites en las conductas desafiantes de tu hijo

  


Establecer límites claros y coherentes es fundamental para guiar a un niño con conducta negativista desafiante (CND), ya que ellos tienden a desafiar normas y resistirse a la autoridad. La clave está en fijar expectativas que sean comprensibles y manejables para el niño, y mantenerlas de forma constante. A continuación, te explico en más detalle cómo hacerlo:

1. Definir reglas claras y específicas


Los niños necesitan saber exactamente qué se espera de ellos. Las reglas ambiguas o generales pueden confundir al niño, lo que aumenta la posibilidad de que las desafíen.

Cómo hacerlo:

  • Usa un lenguaje directo y fácil de entender. Evita frases como “pórtate bien”, ya que son muy amplias. En lugar de eso, di algo concreto: “Recoge tus juguetes antes de la cena”.
  • Define pocas reglas pero fundamentales. Si tienes muchas reglas, es más difícil para el niño recordarlas o cumplirlas. Prioriza aquellas que son más importantes y enfocadas en la seguridad, el respeto y la convivencia familiar.
  • Escribe las reglas (o dibuja si es un niño pequeño) y colócalas en un lugar visible. Esto les ayuda a recordar qué se espera de ellos y no sentirán que las reglas cambian constantemente.

Ejemplo:

En lugar de decir “compórtate en la cena”, podrías establecer una regla como: “En la mesa, todos se sientan correctamente y hablan con respeto”. Esto deja claro qué es un comportamiento aceptable y cuál no.

2. Establecer consecuencias claras y realistas


Los niños con CND suelen desafiar las normas para probar los límites. Por lo tanto, es crucial que sepan cuáles serán las consecuencias si no cumplen con las reglas. Estas consecuencias deben ser coherentes, inmediatas y relacionadas con la conducta.

Cómo hacerlo:

  • Relación directa entre la conducta y la consecuencia: La consecuencia debe tener una relación lógica con la acción. Si no recoge sus juguetes, la consecuencia puede ser perder el derecho a jugar con ellos al día siguiente, en lugar de un castigo generalizado que no tenga conexión.
  • Consecuencias proporcionales: Asegúrate de que la sanción sea proporcional a la falta. Evita castigos extremos como prohibir una actividad durante semanas, ya que pueden generar más resentimiento o hacer que el niño se sienta abrumado.
  • Aplicación inmediata: Es importante que la consecuencia ocurra tan cerca como sea posible de la infracción. Cuanto más se retrase la consecuencia, menos la asociarán con la acción incorrecta.

Ejemplo:

Si la regla es "No se puede usar la tablet antes de hacer la tarea", la consecuencia de no cumplirla podría ser perder el uso de la tablet esa tarde. Esto es una consecuencia inmediata y directa que está relacionada con la conducta.

3. Coherencia en la aplicación


Ser coherente significa que las reglas y las consecuencias deben aplicarse siempre que se rompan o cumplan, sin importar el contexto. La incoherencia en la aplicación de normas crea confusión y aumenta la probabilidad de desafío.

Cómo hacerlo:

  • Ambos padres y cuidadores deben estar alineados: Todos los adultos que cuidan del niño deben seguir las mismas reglas y aplicar las mismas consecuencias. Si uno de los padres permite algo que el otro no, el niño aprenderá a manipular la situación.
  • Evita las excepciones: Si dejas pasar una infracción “solo esta vez”, el niño puede asumir que las reglas son negociables. Esto reduce el impacto de las normas.
  • Aplica tanto las consecuencias negativas como las positivas: Al igual que con las sanciones, también es fundamental ser coherente al reforzar los comportamientos positivos. Si el niño cumple con una regla, es importante reconocerlo cada vez que lo haga.

Ejemplo:

Si has dicho que la consecuencia de no hacer la tarea a tiempo es no ver televisión, no hagas excepciones porque “hoy no tenemos tiempo para lidiar con eso”. La coherencia es clave: si una vez dejas pasar la falta, el niño pensará que puede arriesgarse y no habrá consecuencias cada vez.

4. Ser firme, pero flexible cuando sea necesario


Aunque la firmeza es esencial, también es importante reconocer las circunstancias en las que puede ser necesario ajustar los límites. A veces, los niños tienen un mal día, están cansados o abrumados, y en estos casos puede haber cierto margen de flexibilidad.

Cómo hacerlo:

  • Escucha al niño: Si el niño está actuando de una manera especialmente desafiante, pregúntale qué sucede y si hay algo que lo esté molestando. Esto no significa que justifiques su comportamiento, pero mostrar empatía puede ayudar a prevenir más problemas.
  • Revisa las reglas de forma periódica: A medida que los niños crecen, las reglas pueden necesitar ajustes. Lo que era razonable a los 6 años puede no serlo a los 10. Revísalas con el niño para que entienda que las reglas también cambian con la madurez.
  • Permite margen para la negociación en algunas reglas menos importantes. Dar al niño cierto control puede reducir el comportamiento oposicionista, siempre y cuando no esté relacionado con normas esenciales.

Ejemplo:

Si el niño no quiere hacer la tarea porque está cansado o ha tenido un día difícil, en lugar de imponer la regla sin flexibilidad, podrías ofrecer una pequeña pausa antes de comenzar: “Entiendo que estás cansado. Puedes descansar 15 minutos y luego empezamos”.

5. Usar lenguaje positivo y reforzar el cumplimiento


Cuando hablas de las reglas, es preferible que utilices un enfoque positivo en lugar de centrarte solo en lo que no debe hacer el niño. Esto ayuda a motivarlo a cumplir las normas de manera más cooperativa.

Cómo hacerlo:

  • Formula las reglas en positivo. En lugar de decir “No corras dentro de la casa”, puedes decir “Caminamos dentro de la casa”.
  • Refuerza las conductas apropiadas con elogios o recompensas inmediatas. Si el niño cumple con una regla, asegúrate de reconocerlo. Esto puede ser con algo tan simple como decir “Estoy orgulloso de que hayas seguido las reglas hoy”.

Ejemplo:

Si la regla es “Los juguetes se recogen antes de la cena”, y el niño lo hace sin que se lo recuerdes, puedes decir: “Me encanta cómo recogiste todos tus juguetes antes de cenar. ¡Estás cumpliendo muy bien con las reglas!”.

Resumen clave:

Para que los límites sean claros y coherentes:

  1. Especifica reglas simples y fáciles de entender.
  2. Establece consecuencias lógicas, inmediatas y proporcionales.
  3. Aplica siempre las reglas y las consecuencias de manera consistente.
  4. Sé firme, pero flexible cuando la situación lo amerite.
  5. Usa lenguaje positivo y refuerza el buen comportamiento.

Este enfoque brinda al niño un sentido claro de estructura, seguridad y expectativas predecibles, lo que puede ayudar a reducir su tendencia a desafiar las reglas.

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