La disfasia es un trastorno del lenguaje que afecta la capacidad de una persona para expresarse y comprender el lenguaje oral de manera adecuada, sin que exista una lesión cerebral evidente.
Se presenta en niños y adultos y suele estar vinculada con dificultades en el desarrollo del lenguaje en diferentes áreas como la gramática, el vocabulario y la organización de las palabras.
1. TIPOS DE DISFASIA
Los tipos de disfasia se dividen en función de cómo afectan las habilidades de comunicación de la persona, ya sea en la expresión, comprensión, o ambas. Vamos a ver cada uno en detalle:
1.1. Disfasia Expresiva
La disfasia expresiva afecta la capacidad de expresar ideas y pensamientos de manera verbal. Las personas con este tipo de disfasia suelen:
- Tener un vocabulario limitado o desarrollar palabras con dificultad.
- Cometer errores en la construcción de oraciones, como omitir palabras importantes, usar frases cortas o con desorden gramatical.
- Dificultad para conjugar correctamente los verbos o utilizar las palabras adecuadas para describir cosas.
- En casos más graves, la persona puede ser incapaz de hablar en absoluto o depender de un lenguaje muy básico y limitado.
La comprensión del lenguaje suele estar menos afectada, por lo que la persona puede entender lo que se le dice mejor de lo que puede expresarlo.
1.2. Disfasia Receptiva
La disfasia receptiva afecta la comprensión del lenguaje, dificultando que la persona entienda lo que escucha. Esto significa que:
- La persona puede tener dificultades para procesar las palabras o frases, sobre todo cuando son complejas o demasiado largas.
- Puede tener problemas para seguir instrucciones o entender preguntas.
- A menudo, los niños con disfasia receptiva parecen desconectados o confusos en contextos de conversación porque no comprenden adecuadamente lo que se les dice.
- Tienen dificultad para asociar palabras con sus significados, lo que afecta su aprendizaje de nuevas palabras o conceptos.
En este tipo, la capacidad de expresión también suele verse afectada, ya que es difícil hablar correctamente si no se entiende bien el lenguaje.
1.3. Disfasia Mixta
La disfasia mixta combina características de los dos tipos anteriores, afectando tanto la comprensión como la expresión del lenguaje. Las personas con disfasia mixta presentan un perfil complejo, ya que:
- Tienen problemas significativos tanto para entender como para producir lenguaje oral.
- Pueden tener una expresión verbal extremadamente limitada, en algunos casos usando sólo palabras o frases aisladas.
- La comprensión también es baja, lo que afecta su capacidad para aprender palabras y formas de expresarse.
- Este tipo de disfasia requiere un enfoque de intervención más completo, con atención especial tanto en la comprensión como en la producción de lenguaje.
1.4. Otros subtipos y variaciones
Los subtipos de disfasia se identifican según las áreas del lenguaje afectadas más específicamente, lo que permite personalizar mejor los enfoques terapéuticos. Aquí te explico dos de los subtipos más comunes:
Disfasia Fonológico-Sintáctica
La disfasia fonológico-sintáctica afecta principalmente la capacidad para organizar sonidos y estructurar frases de forma correcta. Los aspectos clave de este subtipo son:
- Fonología: dificultades en el uso correcto de los sonidos del habla (fonemas), lo cual puede hacer que el habla sea poco clara o que la persona omita o cambie sonidos en las palabras. Por ejemplo, un niño podría decir "pato" en lugar de "gato" o "ca" en lugar de "casa".
- Sintaxis: dificultades en la construcción gramatical de las oraciones, afectando la estructura de las frases. Esto incluye problemas con el orden de palabras, uso de artículos y preposiciones, y conjugación de verbos.
Las personas con este tipo de disfasia pueden comprender mejor de lo que son capaces de expresar, y sus oraciones suelen ser gramaticalmente incorrectas o incompletas.
La intervención terapéutica se centra en ejercicios de pronunciación, así como en la construcción de frases sencillas que gradualmente se complejizan.
Disfasia Léxico-Semántica
La disfasia léxico-semántica afecta principalmente el acceso al vocabulario y el significado de las palabras. En este caso, las dificultades principales están en:
- Léxico: dificultad para recordar o encontrar las palabras adecuadas al hablar, lo cual lleva a pausas, uso de palabras incorrectas o incluso "invenciones" de palabras que suenan parecidas a las que intentaban decir. Esto puede reflejarse en oraciones con vocabulario muy limitado o repetitivo.
- Semántica: problemas para comprender el significado preciso de palabras o conceptos, lo cual afecta tanto la expresión como la comprensión. Puede dificultar el aprendizaje de palabras nuevas, la comprensión de frases complejas o la comunicación de ideas abstractas.
Este subtipo afecta tanto la comprensión como la expresión, ya que si una persona no tiene claro el significado de las palabras o no puede acceder a ellas con fluidez, tanto hablar como entender se vuelven tareas complicadas.
La terapia para este tipo de disfasia suele incluir actividades que fortalecen la asociación de palabras con sus significados, ejercicios de memoria verbal y ampliación de vocabulario.
Otros subtipos y sus particularidades
Existen algunos otros subtipos menos comunes de disfasia, cada uno con características específicas:
Disfasia Pragmática: afecta la capacidad de usar el lenguaje en contextos sociales. Las personas con disfasia pragmática pueden tener problemas para seguir las normas de conversación, como tomar turnos o ajustar su forma de hablar según la situación. Este tipo puede coincidir con dificultades en la comprensión emocional del lenguaje.
Disfasia Comprensiva: afecta la comprensión del lenguaje hablado de forma profunda, sin un impacto tan grande en la expresión. Sin embargo, esta dificultad en la comprensión puede limitar la capacidad para construir frases complejas, ya que aprender nuevas estructuras gramaticales se vuelve difícil si no se entienden adecuadamente.
Cada subtipo de disfasia presenta retos únicos, y es común que se combinen características de diferentes subtipos en un mismo individuo. Un tratamiento eficaz toma en cuenta estos aspectos y busca fortalecer tanto la comprensión como la producción del lenguaje, usando métodos adaptados al tipo de disfasia específica y a las necesidades de cada persona.
2. Causas y diagnóstico
La disfasia es un trastorno del lenguaje que suele tener una base neurológica o genética, y en algunos casos puede relacionarse con factores ambientales. No hay una causa única, pero los factores más comunes incluyen.
2.1 Causas de la Disfasia
- Genética y herencia:
- Existe evidencia de que la disfasia puede tener un componente genético, ya que es más común en familias donde hay antecedentes de trastornos del lenguaje o aprendizaje.
- Algunos estudios sugieren que ciertas mutaciones genéticas pueden afectar el desarrollo de las áreas del cerebro responsables del lenguaje, provocando dificultades para procesar y producir palabras de manera efectiva.
- Alteraciones en el desarrollo neurológico:
- La disfasia está asociada a una inmadurez o disfunción en las áreas del cerebro encargadas del lenguaje, como el área de Broca (para la producción del habla) y el área de Wernicke (para la comprensión del lenguaje).
- Factores como la falta de mielinización (recubrimiento de las fibras nerviosas que facilita la transmisión de señales) o conexiones anormales entre neuronas pueden dificultar el procesamiento del lenguaje.
- Factores ambientales y de estimulación temprana:
- Aunque la disfasia tiene causas principalmente neurológicas, la estimulación lingüística y social del entorno juega un papel fundamental en el desarrollo del lenguaje. Un entorno con baja estimulación verbal puede influir en un retraso o dificultades en el lenguaje.
- Condiciones como el bajo peso al nacer o complicaciones en el embarazo también se han relacionado con un mayor riesgo de trastornos del lenguaje.
- Otras condiciones neurológicas:
- A veces, la disfasia coexiste con otros trastornos neurológicos, como el TDAH, el autismo o el trastorno específico del lenguaje (TEL), lo cual puede influir en el grado de dificultad en la comunicación.
- Las lesiones cerebrales tempranas, como un traumatismo craneal o una infección, pueden ser factores adicionales que contribuyan a la aparición de disfasia.
2.2 Diagnóstico de la Disfasia
El diagnóstico de la disfasia es un proceso detallado y multifacético que requiere la colaboración de varios especialistas para descartar otros problemas y determinar el tipo específico de disfasia. Generalmente, el diagnóstico incluye los siguientes pasos:
- Evaluación por un Logopeda o Terapeuta del Lenguaje:
- Un logopeda evalúa las habilidades del lenguaje en diferentes áreas (expresión, comprensión, fonología, sintaxis y pragmática).
- Durante la evaluación, se utilizan pruebas de lenguaje estandarizadas, adaptadas a la edad de la persona, y actividades que permiten observar cómo se comunica verbalmente.
- La observación en situaciones naturales de comunicación también es clave, pues revela cómo usa el lenguaje en contextos de la vida diaria.
- Evaluación Neuropsicológica:
- Un neuropsicólogo puede llevar a cabo pruebas para evaluar otras funciones cognitivas que afectan el lenguaje, como la memoria, la atención y la percepción auditiva.
- Esta evaluación ayuda a descartar condiciones asociadas que puedan afectar la comunicación, como el TDAH o dificultades de procesamiento auditivo.
- En algunos casos, se realizan pruebas de imagen cerebral (como resonancias magnéticas) para verificar el desarrollo de las áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje y descartar lesiones.
- Evaluación Psicoeducativa y Desarrollo Académico:
- En niños, una evaluación psicoeducativa realizada por un psicólogo educativo permite identificar cómo afecta la disfasia el rendimiento académico y las habilidades sociales.
- Se evalúan habilidades como la lectura, la escritura y la interacción social, que suelen verse afectadas en personas con disfasia. Esto también ayuda a diseñar estrategias para apoyar el aprendizaje.
- Evaluación Familiar y del Entorno:
- Dado que el entorno influye en el desarrollo del lenguaje, es común que los profesionales también hagan preguntas a la familia para conocer el historial de desarrollo lingüístico y si hay antecedentes familiares de trastornos del lenguaje.
- Los padres o cuidadores aportan información clave sobre cuándo y cómo empezaron las dificultades de lenguaje, así como el comportamiento y la interacción social del niño.
- Descartar otros trastornos:
- Es importante diferenciar la disfasia de otros trastornos, como el autismo, el retraso global del desarrollo o la pérdida auditiva, que también pueden afectar el lenguaje.
- En algunos casos, se llevan a cabo exámenes auditivos para asegurar que la persona no tenga pérdida auditiva que esté contribuyendo a las dificultades de comunicación.
2.3 Detección Temprana y Signos de Alerta
La detección temprana es clave para el tratamiento de la disfasia, ya que una intervención a edades tempranas suele ser más efectiva. Algunos signos de alerta que pueden indicar disfasia en niños son:
- Retraso en comenzar a hablar o falta de balbuceo en los primeros meses.
- Dificultad para unir palabras en frases o construir oraciones simples.
- Problemas para recordar palabras o dificultad para asociar nombres con objetos.
- Frustración al intentar comunicarse o evitar situaciones en las que debe hablar.
- Baja comprensión de instrucciones o indicaciones verbales.
2.4 Diagnóstico Diferencial
Dado que la disfasia puede parecerse a otros trastornos del desarrollo del lenguaje, el diagnóstico diferencial es crucial. Los especialistas deben descartar condiciones como:
- Trastorno específico del lenguaje (TEL): aunque TEL y disfasia a veces se usan como sinónimos, TEL suele referirse a un retraso sin causas neurológicas claras.
- Trastorno del espectro autista (TEA): los niños con TEA también pueden presentar retraso en el lenguaje, pero en estos casos la comunicación social y la interacción se ven afectadas de manera diferente.
- Discapacidad intelectual: algunos niños con disfasia pueden presentar un retraso cognitivo, pero es importante identificar si el problema de lenguaje es independiente o secundario a una discapacidad intelectual.
El proceso de diagnóstico de la disfasia es fundamental para diseñar un tratamiento adecuado que apoye el desarrollo del lenguaje y la integración social.
La intervención temprana y un diagnóstico preciso permiten que los terapeutas establezcan metas concretas y efectivas en el tratamiento de las dificultades de lenguaje.
3. Tratamiento y abordaje
El tratamiento y abordaje de la disfasia son complejos y deben ser personalizados según las características y necesidades de cada persona. Este proceso suele implicar la participación de un equipo multidisciplinario, que incluye logopedas (terapeutas del lenguaje), psicólogos y, en algunos casos, neuropsicólogos y docentes especializados.
Aquí te detallo los enfoques principales y las estrategias que suelen utilizarse:
3.1 Evaluación Inicial y Planificación
La primera etapa consiste en una evaluación exhaustiva para identificar las áreas específicas del lenguaje afectadas. La evaluación incluye:
- Pruebas de lenguaje: para evaluar comprensión, expresión, vocabulario y gramática.
- Observación de habilidades sociales y pragmáticas: se evalúa cómo la persona usa el lenguaje en contextos de comunicación.
- Evaluación neuropsicológica: en algunos casos, se evalúan funciones cognitivas como la memoria y la atención.
Con los resultados de esta evaluación, se elabora un plan de intervención personalizado que especifica objetivos a corto y largo plazo y las técnicas terapéuticas más adecuadas.
3.2 Terapia de Lenguaje y Logopedia
La intervención directa a través de terapia de lenguaje es esencial y se lleva a cabo con un logopeda, quien trabaja en las áreas específicas de dificultad. Entre las técnicas y métodos que se suelen usar están:
Ejercicios de pronunciación y fonología: en personas con disfasia fonológica-sintáctica, estos ejercicios ayudan a mejorar la producción de sonidos y la claridad del habla. Se practican sonidos y combinaciones de sílabas, así como el uso adecuado de los fonemas que presentan dificultades.
Expansión de vocabulario y trabajo semántico: en los casos de disfasia léxico-semántica, el terapeuta se enfoca en enseñar palabras nuevas y sus significados mediante juegos, tarjetas de imágenes, asociaciones y contextos. También se trabaja en habilidades para organizar y clasificar palabras en categorías, lo cual facilita la búsqueda de palabras en la memoria.
Estructuración gramatical y sintaxis: el terapeuta enseña cómo construir oraciones simples al inicio y luego más complejas. Esto puede implicar la práctica de frases repetitivas y el uso de modelado, donde el terapeuta da ejemplos correctos para que el paciente los imite y practique.
Comprensión del lenguaje: se llevan a cabo actividades para mejorar la comprensión, como instrucciones paso a paso, uso de preguntas de comprensión, y prácticas de repetición y reformulación. Este tipo de intervención es esencial en casos de disfasia receptiva.
3.3 Técnicas Multisensoriales
En algunos casos, los terapeutas utilizan técnicas multisensoriales para ayudar a la persona a procesar el lenguaje de forma visual, auditiva y táctil. Estas técnicas incluyen:
Apoyo visual: uso de imágenes, tarjetas o pictogramas para representar palabras o ideas y facilitar su comprensión y memorización.
Repetición auditiva y ecoicas: el terapeuta repite palabras o frases y pide al paciente que las repita para fortalecer la memoria auditiva y la conexión entre el sonido y el significado.
Método kinestésico: incluye movimientos o gestos mientras se habla, lo cual ayuda a la persona a asociar las palabras con una acción o movimiento, facilitando la retención.
3.4 Estrategias Pragmáticas y Sociales
El lenguaje tiene una función social, y muchas personas con disfasia pueden experimentar dificultades para usarlo en contextos de interacción. Por eso, se incluyen actividades para mejorar la comunicación pragmática:
Juego de roles: en el que se practican situaciones cotidianas como pedir algo en una tienda o saludar a una persona.
Entrenamiento en habilidades sociales: enseñar a tomar turnos en la conversación, a hacer preguntas y a expresar emociones y opiniones.
Apoyo en el ámbito escolar y familiar: el terapeuta suele trabajar junto a la familia y a los maestros para adaptar las actividades y estrategias del aula, creando entornos de apoyo donde la persona pueda usar y practicar el lenguaje.
3.5 Tecnología de Apoyo
Existen herramientas tecnológicas que pueden ser útiles en el tratamiento de la disfasia, como:
Apps de lenguaje y comunicación: algunas aplicaciones permiten trabajar con sonidos, palabras y frases a través de juegos interactivos y actividades personalizables.
Comunicación aumentativa y alternativa (CAA): en casos graves, se usan sistemas de pictogramas o tableros de comunicación que permiten a la persona expresarse sin depender totalmente del lenguaje hablado.
3.6 Monitoreo y Ajustes Continuos
La intervención en la disfasia es un proceso dinámico, y es común que los terapeutas ajusten los objetivos y métodos conforme la persona progresa o enfrenta nuevos desafíos. Se realizan evaluaciones periódicas para medir los avances y adaptar el tratamiento a las necesidades actuales.
En resumen, el tratamiento y abordaje de la disfasia es un proceso integral que aborda tanto las habilidades específicas del lenguaje como las habilidades sociales y pragmáticas. La intervención temprana y constante es fundamental para maximizar las oportunidades de progreso y facilitar una mejor comunicación en distintos ámbitos de la vida.
4. Diferencias entre Disfasia y Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)
La disfasia y el trastorno específico del lenguaje (TEL) son términos relacionados con dificultades del lenguaje, pero presentan diferencias importantes en cuanto a sus definiciones y características clínicas.
4.1 Diferencias en la definición
Disfasia: Es un término que describe un trastorno del lenguaje de origen neurológico, generalmente debido a alteraciones en áreas específicas del cerebro responsables del lenguaje. Este trastorno puede afectar tanto la comprensión como la expresión y suele diagnosticarse cuando la dificultad es notablemente grave y se extiende más allá de un simple retraso en el desarrollo del lenguaje. La disfasia puede tener características muy variables y puede darse junto a otros problemas neurológicos.
Trastorno Específico del Lenguaje (TEL): Se refiere a un retraso o dificultad en el desarrollo del lenguaje que ocurre sin una causa neurológica, auditiva, intelectual o ambiental identificable. En TEL, las habilidades del lenguaje están significativamente por debajo de lo esperado para la edad, sin que existan otras dificultades que expliquen este desfase. Es un trastorno persistente que afecta a niños que, en otras áreas del desarrollo, están en niveles típicos.
4.2 Causas
Disfasia: Se considera que la disfasia tiene causas neurológicas, como una alteración en el desarrollo o funcionamiento de áreas cerebrales específicas del lenguaje. Esto puede ser consecuencia de factores genéticos o de situaciones como traumatismos, infecciones o problemas durante el desarrollo prenatal que afectan la estructura cerebral.
TEL: Aunque no tiene causas neurológicas identificables, se asume que tiene una base genética y se le relaciona con problemas en la adquisición del lenguaje a nivel de procesamiento. No se observan anomalías estructurales cerebrales visibles en estudios de imagen, aunque existen estudios que sugieren diferencias en el procesamiento cerebral del lenguaje en comparación con niños sin dificultades lingüísticas.
4.3 Diagnóstico
Disfasia: El diagnóstico implica evaluaciones neurológicas y, en muchos casos, estudios de imagen para identificar cualquier alteración en las áreas cerebrales implicadas. Además, se realiza una evaluación detallada de las habilidades del lenguaje para determinar el impacto en la comunicación.
TEL: Se diagnostica mediante pruebas estandarizadas de lenguaje y comunicación, en combinación con evaluaciones que descartan otras posibles causas (como problemas auditivos, intelectuales o autismo). En TEL, la dificultad está en el procesamiento lingüístico, sin que se identifiquen problemas estructurales cerebrales.
4.4 Abordaje terapéutico
Disfasia: El tratamiento suele requerir un abordaje interdisciplinario, que incluye logopedia, neuropsicología y, en ocasiones, apoyo médico. Dado que la disfasia tiene una base neurológica, puede requerir intervenciones más específicas y un seguimiento a largo plazo para adaptarse a las diferentes fases del desarrollo.
TEL: La intervención en TEL se enfoca principalmente en la logopedia, con técnicas para mejorar la expresión, comprensión y uso del lenguaje en contextos sociales. El apoyo educativo y la colaboración con docentes son también esenciales, pues TEL tiende a impactar el rendimiento académico.
En resumen
La disfasia implica una alteración neurológica en las áreas del cerebro responsables del lenguaje, mientras que el TEL es un trastorno que afecta el desarrollo del lenguaje sin causas neurológicas visibles. Ambos requieren intervención temprana, pero el enfoque de cada uno varía debido a la diferente naturaleza de sus causas y manifestaciones.
5. Ejercicios Para trabajar la Disfasia
Aquí tienes una lista de ejemplos de ejercicios para cada una de estas áreas que podrían ser útiles en la intervención de la disfasia. Estos ejercicios se aplican de manera progresiva y son adaptados según las necesidades específicas de cada persona.
5.1 Ejercicios de Pronunciación y Fonología
Para personas con disfasia fonológica-sintáctica, los ejercicios de fonología y pronunciación ayudan a mejorar la claridad y precisión de los sonidos.
Repetición de sonidos y sílabas: comenzar con sonidos individuales (p.ej., /m/, /s/, /t/) y avanzar a combinaciones de sílabas (p.ej., "ma", "ta", "pa") hasta palabras simples ("mamá", "pata").
Ejercicios con pares mínimos: se practican palabras que varían en un solo fonema (p.ej., “pato” y “gato”) para ayudar a diferenciar los sonidos. Esto mejora la precisión y evita confusiones.
Juegos de eco: el terapeuta dice una palabra o sonido y el niño lo repite exactamente. Esto ayuda a fijar la pronunciación correcta en su memoria.
Segmentación y alargamiento de sonidos: se segmentan palabras en sonidos individuales (p.ej., “s-o-l”) o se alargan los sonidos en una palabra para reforzar el aprendizaje de cada fonema en el contexto de la palabra.
Rimas y canciones: se utilizan canciones y rimas infantiles que enfaticen ciertos sonidos o patrones fonológicos, ya que el ritmo facilita la articulación de los sonidos.
5.2 Expansión de Vocabulario y Trabajo Semántico
Para casos de disfasia léxico-semántica, el enfoque está en aprender palabras nuevas, sus significados y organizarlas de manera eficiente en la memoria.
Tarjetas de imágenes y asociaciones: se muestran tarjetas con imágenes para aprender nuevas palabras. Se puede añadir un contexto (“¿Dónde encuentras esto?”) para afianzar la palabra en su entorno.
Clasificación y categorías: se practican actividades de agrupar palabras en categorías (como “frutas”, “animales”, “ropa”), lo que ayuda a organizar y recuperar palabras más fácilmente.
Juegos de asociación de palabras: el terapeuta dice una palabra y la persona debe asociarla con otra palabra relacionada (p.ej., "mesa" y "silla"). Este ejercicio fortalece el significado y las conexiones de las palabras.
Descripciones: se pide a la persona que describa objetos comunes (p.ej., describir una "manzana" por su color, sabor y forma). Este ejercicio mejora la comprensión de características y el uso de vocabulario descriptivo.
Juego de adivinanzas: el terapeuta describe algo sin decir su nombre, y la persona debe adivinarlo. Este juego estimula la memoria de palabras y el vocabulario de forma lúdica.
5.3 Estructuración Gramatical y Sintaxis
Para mejorar la construcción de frases y oraciones, los ejercicios de gramática y sintaxis son fundamentales.
Frases repetitivas: se utilizan frases estructuradas con palabras que se repiten y luego se van completando con diferentes objetos o personas (p.ej., “Quiero ___” o “Tengo ___”). Esto refuerza el orden correcto de las palabras.
Modelado y repetición de oraciones: el terapeuta presenta una oración correcta y el niño la repite, como “El perro come”. Luego, se expande la oración (“El perro come su comida”) para trabajar en la progresión de oraciones simples a complejas.
Orden de palabras: se presentan palabras desordenadas (p.ej., “come perro comida”) y la persona debe ordenarlas correctamente (“El perro come comida”). Este ejercicio ayuda a reforzar la sintaxis correcta.
Construcción de oraciones con imágenes: se muestran secuencias de imágenes, y la persona debe crear una oración describiendo la acción que ve. Este ejercicio promueve el uso del verbo y la construcción lógica de oraciones.
Juego de completar oraciones: se da una oración incompleta y la persona debe completarla con una palabra o frase correcta (p.ej., “El gato está en la ___”). Es ideal para reforzar estructuras y preposiciones.
5.5 Comprensión del Lenguaje
Para personas con disfasia receptiva, mejorar la comprensión implica trabajar en la interpretación de instrucciones y el significado de las palabras en contexto.
Instrucciones paso a paso: el terapeuta da instrucciones simples y claras, como “Levanta la mano” o “Mira hacia arriba”, y luego va aumentando la complejidad (p.ej., “Toca tu cabeza y luego tu nariz”).
Preguntas de comprensión: después de contar una historia o ver una imagen, el terapeuta hace preguntas para verificar que la persona comprende detalles clave, como “¿Qué hizo el niño?”.
Repetición y reformulación: se da una instrucción o frase, y la persona debe repetirla o reformularla. Este ejercicio fortalece la comprensión auditiva y ayuda a afianzar la información.
Ejercicio de “Verdadero o Falso”: se hacen afirmaciones sobre una historia o imagen y la persona debe decir si es verdadero o falso. Este ejercicio mejora la atención y comprensión de detalles específicos.
Uso de preguntas con opciones: para personas con baja comprensión, se plantean preguntas con dos opciones (p.ej., “¿El niño está jugando o durmiendo?”) que ayudan a desarrollar la capacidad de interpretar preguntas.
Estos ejercicios se aplican de forma gradual, dependiendo del nivel de habilidad de la persona, y se repiten hasta que se logre un progreso significativo en cada área.
La práctica constante y el refuerzo positivo son esenciales para que la persona gane confianza y avance en sus habilidades de comunicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario