Ansiedad y Depresión


A lo largo de mi trayectoria como terapeuta he podido comprobar la cantidad tan elevada de personas con ansiedad o depresión. 

Por una razón u otra no sabemos afrontar las situaciones ocurridas o las que creemos que van a ocurrir de la manera adecuada. 

Luchar por tu salud mental es fundamental, no te conformes con la pastilla "X" que te recomienda el médico de cabecera o el psiquiatra, intenta ir más allá porque sino vas a esa causa difícilmente se eliminará ese síntoma de ansiedad o depresión, porque no lo olvides, son los síntomas de que algo en ti no va bien.

La ansiedad y la depresión a su vez son considerados trastornos del estado de ánimo que comparten algunos síntomas, pero también tienen características clave que los diferencian. Aquí te presento las diferencias principales entre ambos, junto con ejemplos para ilustrarlas. De esta manera podrás identificarlas claramente y ponerte manos a la obra.

1. Emoción Predominante

La emoción predominante es una de las diferencias clave entre la ansiedad y la depresión, y se refiere a la emoción principal que domina la experiencia de una persona.

Ansiedad:


Emoción Central: Miedo y preocupación constante.

La
ansiedad está dominada por un sentido de anticipación de peligro o amenaza inminente. Sientes un estado de alerta constante, como si algo malo fuera a suceder en cualquier momento. Esto lleva a pensamientos recurrentes sobre posibles problemas o peligros, incluso cuando no hay una amenaza real presente.
  • Ejemplo: Imagina que estás constantemente preocupado por un examen que vas a tener en un mes. Aunque no estés en el examen ahora mismo, tu mente está atrapada en pensamientos como "¿Y si no apruebo? ¿Y si me bloqueo durante el examen?". Este miedo te mantiene nervioso y en tensión, incluso cuando estás haciendo otras actividades.

Depresión:


Emoción Central: Tristeza profunda y falta de interés.

La depresión se caracteriza por una sensación abrumadora de tristeza, vacío, o desesperanza. En lugar de preocuparte por lo que podría suceder, sientes que nada vale la pena y que el presente o el futuro son oscuros e inmutables. 
Hay una pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras, y una sensación de que nada puede mejorar.
  • Ejemplo: Piensa en alguien que solía disfrutar salir a caminar, pero ahora, incluso en un día soleado, se siente incapaz de levantarse del sofá. No es que tengan miedo de lo que podría suceder si salen, sino que simplemente no sienten que valga la pena. Todo parece gris y sin sentido, y no pueden encontrar alegría en cosas que antes disfrutaban.
En otras palabras, la ansiedad es una respuesta a una percepción de amenaza futura, mientras que la depresión es una respuesta a una percepción de vacío o desesperanza en el presente.

2. Pensamientos y Preocupaciones

La diferencia en pensamientos y preocupaciones entre ansiedad y depresión radica en el enfoque y la naturaleza de esos pensamientos.

Ansiedad:


Pensamientos: Anticipación y preocupación constante sobre el futuro.

Los pensamientos en la ansiedad están dominados por la
anticipación de eventos negativos que podrían ocurrir. 
Te preocupas por posibles escenarios futuros, generalmente temiendo lo peor. Estos pensamientos son repetitivos y difíciles de controlar, lo que lleva a una sensación de estar atrapado en un ciclo de preocupación.
  • Ejemplo: Si tienes ansiedad podrías pensar constantemente en "¿Y si...?" preguntas como: "¿Y si me enfermo? ¿Y si pierdo mi trabajo? ¿Y si algo malo le sucede a mi familia?". Estos pensamientos giran en torno a la posibilidad de que algo malo ocurra, aunque no haya evidencia concreta de que esto sucederá.

Depresión:


Pensamientos: Autocrítica y desesperanza sobre uno mismo, el presente y el futuro.

En la depresión, los pensamientos son más introspectivos y negativos hacia uno mismo. A menudo te sientes atrapada/o en un ciclo de autocrítica y desesperanza
Estos pensamientos suelen centrarse en la inutilidad, la culpa, o la percepción de que el futuro no tiene posibilidad de mejora.
  • Ejemplo: Si estás en depresión podrías pensar cosas como: "No soy lo suficientemente bueno", "Nunca voy a salir de esta situación", "No hay nada que pueda hacer para cambiar las cosas". Estos pensamientos reflejan una visión negativa de uno mismo y del mundo, con una sensación de que el cambio positivo es imposible.
En resumen, mientras que la ansiedad te mantiene preocupado por posibles eventos futuros, la depresión te atrapa en pensamientos negativos sobre ti mismo y el estado de tu vida, con poca o ninguna esperanza de mejora.

3. Nivel de Energía

La diferencia en los niveles de energía entre la ansiedad y la depresión se manifiesta de maneras distintas, relacionadas con cómo cada trastorno afecta la activación del cuerpo y la mente.

Ansiedad:


Nivel de Energía: Hiperactividad e inquietud.

La ansiedad a menudo está asociada con un estado de hiperalerta o sobreestimulación
Cuando tenemos ansiedad solemos sentir que tenemos demasiada energía nerviosa o inquietud. 

Aunque esta energía puede ser agotadora a largo plazo, en el momento, se manifiesta como una incapacidad para relajarse, sensación de tensión constante y dificultad para estar quieto. 
Esta hiperactividad puede impedir el descanso adecuado, lo que a su vez lleva a la fatiga.
  • Ejemplo: Alguien con ansiedad podría sentirse incapaz de quedarse quieto durante una reunión, moviéndose constantemente en su silla, o sintiendo la necesidad de hacer algo para liberar esa tensión acumulada, como morderse las uñas o mover las piernas.

Depresión:


Nivel de Energía: Baja energía y fatiga.

La depresión, por el contrario, se caracteriza por una
falta de energía y cansancio persistente
Cuando pasamos por una depresión solemos sentir que estamos agotadas todo el tiempo, incluso después de descansar. 

Esta falta de energía puede hacer que las tareas cotidianas parezcan abrumadoras y que la persona se sienta incapaz de realizar actividades que normalmente serían simples. 

El letargo y la falta de motivación son comunes, y es frecuente que la persona pase mucho tiempo inactiva o durmiendo.
  • Ejemplo: Una persona con depresión podría sentir que levantarse de la cama es una tarea monumental, incluso después de haber dormido lo suficiente, y puede pasar el día entero sin hacer nada porque no tiene la energía ni la motivación para hacerlo.

En resumen, la ansiedad se manifiesta como una energía alta pero inquieta que puede ser agotadora a largo plazo, mientras que la depresión se presenta con una energía baja, llevando a una sensación de fatiga persistente y falta de impulso para actuar.

4. Reacción ante el Estrés

La diferencia en la reacción ante el estrés entre la ansiedad y la depresión se basa en cómo cada trastorno afecta la respuesta emocional y física de una persona frente a situaciones estresantes.

Ansiedad:


Reacción: Respuesta de lucha o huida.

En la ansiedad, el estrés activa una respuesta de
lucha o huida, lo que significa que sientes una necesidad intensa de escapar o enfrentar la situación que percibes como amenazante. 

Esto puede manifestarse a través de síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, temblores, respiración rápida, y un fuerte impulso de actuar para evitar o mitigar el peligro percibido. 

Esta respuesta es impulsada por la anticipación de un peligro inminente, incluso si este no es real.
  • Ejemplo: Si una persona con ansiedad tiene que hacer una presentación en público, podría sentirse tan estresada que su corazón comienza a latir rápidamente, las manos le sudan, y siente un deseo abrumador de evitar la situación a toda costa, tal vez incluso cancelando la presentación.

Depresión:


Reacción: Retiro y evitación.

En la depresión, el estrés a menudo lleva a una
sensación de parálisis emocional o retirada. En lugar de sentir la necesidad de luchar o huir, tiendes a retirarse del mundo, evitando situaciones estresantes porque te sientes abrumada/o, impotente, o incapaz de enfrentarlas. Esta evitación se debe a una falta de energía, motivación, o la creencia de que cualquier esfuerzo será inútil.
  • Ejemplo: Alguien con depresión puede evitar enfrentar un problema en el trabajo porque se siente demasiado agotado o desmotivado para manejarlo, optando por ignorarlo o delegarlo a otros, o incluso no presentándose al trabajo.

En resumen, la ansiedad provoca una reacción de alerta y acción frente al estrés, mientras que la depresión lleva a la inacción y la evitación, debido a la sensación de incapacidad o desesperanza.

5. Enfoque en el Tiempo

La diferencia respecto al enfoque del tiempo entre la ansiedad y la depresión se refiere a cómo cada trastorno orienta la atención y los pensamientos de una persona hacia el pasado, el presente o el futuro.

Ansiedad:


Enfoque en el Tiempo: Futuro.

La ansiedad está predominantemente enfocada en el
futuro
Las personas con ansiedad suelen preocuparse por lo que podría suceder en adelante, anticipando problemas, peligros o situaciones negativas que aún no han ocurrido. 
Este enfoque en el futuro es lo que alimenta la preocupación constante y los pensamientos de "¿y si...?", donde la mente se adelanta a eventos posibles pero inciertos.
  • Ejemplo: Una persona con ansiedad puede estar constantemente preocupada por un examen que tendrá en dos semanas, imaginando todas las cosas que podrían salir mal, como no recordar la información, quedarse en blanco, o fallar. Incluso si el examen es dentro de mucho tiempo, sus pensamientos ya están atrapados en ese evento futuro.

Depresión:


Enfoque en el Tiempo: Pasado o presente negativo.

La depresión suele estar enfocada en el
pasado o en un presente visto de manera negativa. 
Si tienes depresión tiendes a rumiar sobre errores, pérdidas, o experiencias negativas pasadas, o sientes que el presente es insuperable y que el futuro no tiene esperanza de mejora. 

Hay un sentido de estancamiento, donde no ves posibilidades de cambio o progreso.
  • Ejemplo: Alguien con depresión podría pasar mucho tiempo pensando en una relación que terminó hace años, sintiendo culpa o arrepentimiento por lo que sucedió, o creyendo que su vida nunca mejorará porque siente que está atrapado en una situación que no puede cambiar.

En resumen, la ansiedad impulsa a la persona a anticipar problemas futuros, mientras que la depresión ancla a la persona en un pasado doloroso o un presente que parece insuperable.

6. Interacciones Sociales

La diferencia en las interacciones se refiere a cómo actúan frente a situaciones que les requiere interacción social. Te explico esa diferencia:

Ansiedad: 


Las personas con ansiedad social suelen estar preocupadas por cómo serán percibidas por los demás. Temen ser juzgadas o cometer errores, lo que las lleva a evitar situaciones sociales o a sentirse incómodas en ellas. 
Evita situaciones sociales por miedo al juicio o rechazo
    • Ejemplo: Puedes ser invitada a una fiesta, pero te preocupas tanto por lo que los demás puedan pensar de tu ropa o de cómo hablarás, que al final decides no ir. Si vas, permaneces en silencio y te quedas cerca de las paredes para no llamar la atención.

Depresión: 


En cambio, si tienes  depresión no necesariamente temes ser juzgada/o, pero la falta de energía, motivación y placer en la vida social hace que pierdas interés en participar en actividades sociales.
    • Ejemplo: Imagina que solías disfrutar las salidas con sus amigos, pero desde que comenzaste a sentirte deprimido, rechazas las invitaciones para salir. Prefieres quedarte en casa, ya que no sientes que socializar te traiga alguna satisfacción.

7. Patrón de Sueño

La ansiedad y la depresión afectan el patrón del sueño de manera diferente debido a las características específicas de cada trastorno. Aquí te explico las diferencias

Ansiedad:


La ansiedad a menudo se asocia con dificultad para conciliar el sueño (insomnio de inicio) y con un sueño poco reparador. 
Las personas con ansiedad suelen tener pensamientos acelerados y preocupaciones que les impiden relajarse, lo que dificulta quedarse dormidas. 
También pueden despertarse durante la noche o temprano en la mañana con una sensación de inquietud.
    • Ejemplo:  Imagina a una chica que se va a la cama a las 11 p.m., pero pasa horas dando vueltas en la cama, preocupada por su trabajo y las responsabilidades del día siguiente. Finalmente se queda dormida a las 2 a.m., pero se despierta varias veces durante la noche y, cuando suena la alarma a las 6 a.m., se siente agotada y ansiosa.

Depresión:


La depresión puede afectar el sueño de dos maneras principales: insomnio o hipersomnia (dormir en exceso). 
Algunas personas con depresión tienen dificultad para dormir, similar a las personas con ansiedad, pero más comúnmente pueden experimentar insomnio de mantenimiento, donde se despiertan muy temprano en la mañana y no pueden volver a dormir. 
Otras, sin embargo, pueden dormir demasiado y aún así sentirse fatigadas.
    • Ejemplo con Insomnio: Un chico que se acuesta a las 10 p.m., pero se despierta a las 4 a.m. sin poder volver a dormir. Pasa las primeras horas de la mañana sintiéndose inútil y triste, sin energía para levantarse de la cama.

    • Ejemplo con Hipersomnia: Una chica se siente tan fatigada y desmotivada durante el día que duerme más de 10 horas diarias. A pesar de dormir tanto, sigue sintiéndose cansada y no tiene ganas de levantarse o hacer algo productivo.

Conclusión

Como has podido ver ambas tienen características propias que no debemos confundir, aunque ambas pueden darse a la vez. 
Sea cual sea tu caso si sientes que estás pasando por un mal momento no dudes en contactar conmigo bien por whatsapp +34 677755114 o a través del formulario de contacto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario