Trastornos del Desarrollo de la Coordinación


 Los trastornos del desarrollo de la coordinación (TDC), también conocidos como dispraxia del desarrollo, son una condición que afecta la capacidad de una persona para coordinar movimientos físicos de manera eficiente. 

Esto puede impactar la motricidad gruesa (movimientos grandes, como caminar o correr) y la motricidad fina (movimientos pequeños, como escribir o abrochar botones). A menudo se diagnostica en la infancia, aunque también puede continuar afectando a los adultos si no se maneja adecuadamente.

¿Cuáles son sus características principales?



    1. Dificultades motoras:

    • Los niños con TDC suelen tener dificultades para realizar movimientos que requieran coordinación física, como montar en bicicleta, correr, saltar o lanzar una pelota.
    • Las habilidades motoras finas, como escribir a mano, usar cubiertos o atarse los zapatos, también suelen estar afectadas.
    2. Desarrollo lento de las habilidades motorasEstas habilidades se adquieren más lentamente que en otros niños, lo que puede hacer que tengan dificultades para realizar tareas diarias a la misma edad que sus compañeros.

    3. Problemas en la planificación motoraLa planificación de movimientos secuenciales, como lavarse las manos o vestirse, puede ser complicada para las personas con TDC. Tienen dificultades para organizar los movimientos en el orden correcto.


    4. Impacto en la vida diaria:

    • Los niños con TDC pueden tener problemas para participar en juegos o deportes, lo que puede llevar a la frustración o baja autoestima.
    • En el entorno escolar, las dificultades con la escritura, el uso de tijeras o el manejo de materiales pueden dificultar el rendimiento académico.

    5. Impacto emocional Debido a las dificultades con la coordinación, es común que los niños experimenten frustración, ansiedad o una baja autoestima, ya que son conscientes de que les cuesta más trabajo realizar tareas que sus compañeros manejan fácilmente.

¿Y las Causas?


El TDC es una condición del neurodesarrollo. La causa exacta no se conoce, pero se cree que está relacionado con una alteración en la forma en que el cerebro procesa la información que guía el movimiento corporal. Esto no se debe a una lesión cerebral ni a problemas musculares. 

A menudo, los niños con TDC tienen dificultades adicionales como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o dificultades de aprendizaje.

Su Diagnóstico


Para diagnosticar el TDC, se deben cumplir ciertos criterios como son:

  • La coordinación motora está significativamente por debajo de lo esperado para la edad.
  • Esta dificultad interfiere con el rendimiento académico o con actividades de la vida diaria.
  • Los problemas no pueden explicarse mejor por una discapacidad intelectual u otra condición médica.

El diagnóstico se realiza a través de una combinación de observación clínica, informes de los padres y maestros, y pruebas de habilidades motoras.

¿Cuál es el mejor tratamiento?


No hay cura para el TDC, pero las intervenciones pueden mejorar las habilidades motoras y la calidad de vida. Algunos recomiendan que debe ser integral, es decir utilizando las siguientes terapias:

  • Terapia ocupacional: Para mejorar las habilidades motoras finas y gruesas, y ayudar a los niños a ser más independientes en sus actividades diarias.
  • Fisioterapia: Para mejorar la coordinación y el equilibrio.
  • Adaptaciones escolares: Como proporcionar tiempo extra en los exámenes o tareas escritas, o el uso de tecnología de asistencia (por ejemplo, el uso de un teclado en lugar de escribir a mano).
En lo que nos compete desde el punto de vista neuropsicológico me extenderé un poco más en la primera y tercera de las terapias.

Terapia ocupacional


La terapia ocupacional (TO) es una de las principales intervenciones para ayudar a los niños con TDC. El objetivo de la TO es mejorar la capacidad de los niños para realizar actividades diarias de manera independiente, trabajando en habilidades motoras, sensoriales y cognitivas. ¿Qué podemos conseguir?

1. Mejorar las habilidades motoras finas y gruesas:

  • Motricidad fina: Los terapeutas ocupacionales trabajan en actividades que requieren destreza manual, como escribir, abotonar camisas, atarse los zapatos o usar utensilios. Para esto, se utilizan ejercicios que fortalecen los músculos de las manos y mejoran la precisión de los movimientos. Ejemplos que te pueden ayudar:
    • Enhebrar cuentas en un cordón: Este ejercicio mejora la destreza manual, la coordinación ojo-mano y la precisión en los movimientos pequeños, esenciales para actividades como abrochar botones o escribir.
    • Uso de pinzas o pinzas de ropa: Se les pide a los niños que recojan objetos pequeños con pinzas o pinzas de ropa, lo que fortalece los músculos de las manos y mejora el control.
    • Juegos con plastilina o arcilla: Manipular plastilina mejora la fuerza de las manos y los dedos. Pueden hacer formas, aplastar o rodar bolitas de plastilina.
  • Motricidad gruesa: Se desarrollan ejercicios y juegos que mejoran la coordinación general del cuerpo, como lanzar y atrapar pelotas, saltar o actividades en las que se requiere equilibrio y fuerza corporal. Ejemplos: 
    • Jugar a saltar de un aro a otro: Esto mejora la coordinación, el equilibrio y la planificación motora, ya que el niño tiene que juzgar la distancia y ajustar su salto.
    • Atrapar y lanzar pelotas: Se utilizan pelotas de diferentes tamaños para mejorar la coordinación ojo-mano y los reflejos. También fortalece los músculos del brazo y fomenta la precisión de los movimientos.
    • Subir y bajar escaleras: Practicar subir y bajar escaleras ayuda a los niños a desarrollar equilibrio y coordinación.

2. Entrenamiento en la planificación motora

La terapia se centra en ayudar a los niños a organizar y secuenciar los pasos necesarios para realizar tareas cotidianas, como vestirse o lavarse las manos. A menudo, los terapeutas descomponen estas actividades en pasos más pequeños y manejables.

3. Fortalecimiento de la coordinación visomotora

Los niños con TDC suelen tener dificultades para coordinar lo que ven con el movimiento de sus manos. La terapia ocupacional incluye actividades como dibujar, colorear o seguir laberintos para mejorar la precisión del control manual en función de lo que se percibe visualmente. Ejemplos:
  • Seguir laberintos en papel: Esta actividad requiere que el niño coordine lo que ve con los movimientos de su mano, lo que mejora las habilidades de escritura y dibujo.
  • Rompecabezas y bloques de construcción: Armar rompecabezas o construir con bloques desarrolla la coordinación ojo-mano y la planificación espacial.

4. Adaptación de herramientas y equipos

Los terapeutas ocupacionales pueden recomendar o crear dispositivos de asistencia para facilitar las actividades diarias. Por ejemplo, se pueden usar lápices más gruesos o herramientas adaptadas para escribir o comer.

5. Integración sensorial

A menudo, los niños con TDC tienen dificultades con la integración sensorial (procesamiento y respuesta a la información sensorial del entorno). La terapia ocupacional también puede abordar estos desafíos para mejorar la respuesta del niño a estímulos táctiles, visuales o auditivos. Ejemplos:
  • Jugar en superficies inestables: Se pueden usar colchonetas o pelotas de equilibrio para que el niño se mueva y adapte su postura, lo que mejora su conciencia corporal y equilibrio.
  • Actividades con texturas: Se utilizan materiales con diferentes texturas (arenas, bolitas de goma, superficies rugosas o suaves) para que los niños aprendan a procesar mejor la información sensorial.
6. Mejorar la confianza y autoestima: A través de metas alcanzables, los niños ganan confianza a medida que mejoran sus habilidades y logran independencia en las actividades diarias. Ejemplos:
  • Vestirse o desvestirse por sí mismos: El terapeuta guía al niño paso a paso en tareas como abrochar botones, ponerse calcetines o atarse los zapatos. Estas actividades mejoran la planificación motora y la independencia en las actividades diarias.
  • Tareas en la cocina: El terapeuta puede involucrar al niño en actividades sencillas de cocina, como untar mantequilla en pan, lo que requiere coordinación, precisión y organización de los pasos.

Adaptaciones escolares


Las adaptaciones en el entorno escolar son cruciales para garantizar que los niños con TDC puedan aprender y participar de manera eficaz. Estas adaptaciones son personalizadas según las necesidades del niño y pueden implicar cambios en el entorno, las herramientas que usan o las expectativas sobre su rendimiento. Pasemos a ver las más utilizadas:

  • Uso de tecnología de asistencia: Dado que la escritura a mano suele ser difícil para los niños con TDC, se les puede permitir usar computadoras, tabletas o teclados para realizar tareas y exámenes. Esto reduce la frustración por la lentitud o falta de precisión en la escritura.
  • Tiempo adicional para las tareas: Los niños con TDC suelen necesitar más tiempo para completar tareas escritas o pruebas que sus compañeros. Se les puede conceder tiempo adicional en los exámenes o trabajos escolares.
  • Reducir la cantidad de escritura

    Las tareas o exámenes que requieran una gran cantidad de escritura pueden adaptarse, por ejemplo, permitiendo respuestas más cortas o el uso de opciones de selección múltiple en lugar de ensayos largos.
  • Uso de materiales adaptados: Los niños con dificultades de coordinación pueden beneficiarse del uso de materiales adaptados, como lápices gruesos o tijeras ergonómicas, que son más fáciles de manipular. También se puede usar papel con líneas más anchas o guías visuales para ayudar a la escritura.
  • Asignación de tareas de acuerdo con las fortalezas del niño

    Los maestros pueden asignar tareas que no pongan un énfasis excesivo en las habilidades motoras si estas son una debilidad. Por ejemplo, se pueden adaptar las actividades artísticas o de manualidades para que no exijan una destreza manual compleja.
  • Estrategias para la organización: Los niños con TDC pueden necesitar ayuda para organizar su trabajo y mantener su espacio ordenado. Los maestros pueden usar listas de verificación, instrucciones paso a paso, o asignar más tiempo para que los estudiantes organicen su escritorio o mochila.
  • Apoyo en la educación física: Las clases de educación física pueden ser un desafío para los niños con TDC debido a las demandas de coordinación. Se pueden ofrecer adaptaciones como actividades físicas menos competitivas o individuales, y juegos modificados para que se adapten a sus habilidades.
  • Colaboración entre terapeutas, maestros y padres: La coordinación entre los terapeutas ocupacionales, los maestros y los padres es esencial para que las adaptaciones sean consistentes y efectivas tanto en el hogar como en la escuela. Se deben realizar reuniones periódicas para ajustar las intervenciones según las necesidades cambiantes del niño.

Beneficios de estas intervenciones

Gracias a que podemos utilizar estas herramientas, los beneficios son muy altos:
  • Autonomía y confianza: La terapia ocupacional ayuda a los niños a ser más independientes, lo que aumenta su autoestima y confianza.
  • Rendimiento académico mejorado: Las adaptaciones escolares garantizan que las dificultades motoras no impidan el progreso académico.
  • Participación social: Mejorar las habilidades motoras les permite participar más plenamente en actividades escolares y sociales, como deportes o juegos con compañeros.

Estas estrategias están diseñadas para ayudar a los niños con TDC a superar barreras y alcanzar su máximo potencial, asegurando que las dificultades de coordinación no limiten sus oportunidades de aprendizaje y desarrollo.


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