Trastornos de la Personalidad

Los trastornos de la personalidad son patrones de comportamiento y pensamiento que se desvían de lo que se considera "normal" en la sociedad. Son como maneras rígidas e inflexibles de ver el mundo y de relacionarse con los demás, que pueden causar muchos problemas en la vida diaria.

Todos tenemos maneras de ser y de actuar que nos hacen únicos. Sin embargo, las personas con trastornos de la personalidad tienen ciertas características que son tan extremas y arraigadas que afectan negativamente su vida. No son solo "rasgos de personalidad", sino patrones que pueden hacer que sea difícil llevarse bien con los demás, trabajar o incluso entenderse a sí mismos.

¿Cómo se ven estos patrones?

  • Duran mucho tiempo: No son cosas que van y vienen. Estos patrones suelen estar presentes durante años, a menudo comenzando en la adolescencia o la juventud.
  • Causan problemas: Estas maneras de ser y pensar pueden causar conflictos con amigos, familiares y compañeros de trabajo.
  • Son difíciles de cambiar: Incluso si estos patrones causan problemas, las personas con trastornos de la personalidad pueden tener dificultades para cambiarlos, porque están muy arraigados en su forma de ser.

Te pongo algunos ejemplos:


- Alguien con trastorno de personalidad paranoide podría pensar constantemente que todos están en su contra, incluso sin evidencia real.
- Alguien con trastorno de personalidad antisocial podría romper las reglas sin sentir culpa, o lastimar a otros sin remordimiento.
-  Alguien con trastorno de personalidad evitativo podría evitar situaciones sociales porque teme ser criticado o rechazado.

Estos trastornos no son solo "maneras difíciles de ser", sino que pueden ser muy debilitantes. A menudo, las personas que los padecen no se dan cuenta de que sus patrones de comportamiento son problemáticos, lo que hace que sea aún más difícil para ellos buscar ayuda. Con tratamiento, como la terapia, es posible aprender a manejar mejor estos patrones y mejorar la calidad de vida.

Características principales

1. Patrones persistentes



Las personas con trastornos de la personalidad tienen formas de pensar, sentir y comportarse que son inflexibles y se mantienen a lo largo del tiempo. 

Los patrones persistentes se refieren a maneras de pensar, sentir y comportarse que son constantes y no cambian con el tiempo. Imagina que tienes una costumbre o hábito que siempre haces de la misma manera, sin importar la situación o las consecuencias.

Supongamos que cada vez que te enfrentas a un problema, siempre reaccionas de la misma manera: te enojas, te aíslas o culpas a los demás. Incluso si esta reacción te causa problemas, como peleas con amigos o dificultades en el trabajo, sigues respondiendo de la misma manera una y otra vez. 


¿Qué significa esto?

Estos patrones persistentes son como un "guion" que la persona sigue en su vida. No importa si ese guion le está causando problemas, la persona sigue actuando de la misma manera, porque ese comportamiento se ha vuelto parte de su forma de ser.

En los trastornos de la personalidad, estos patrones son tan rígidos y duraderos que afectan casi todos los aspectos de la vida de la persona y son difíciles de cambiar sin ayuda profesional.

2. Dificultades en las relaciones

Estos patrones pueden causar conflictos y problemas en las relaciones interpersonales y sociales.

Las dificultades en las relaciones en los trastornos de personalidad significan que las personas con estos trastornos suelen tener problemas para llevarse bien con los demás. Esto puede ser porque sus formas de pensar, sentir y comportarse son muy diferentes a lo que la mayoría de la gente considera normal o aceptable. 


¿Cómo podemos detectar esto?

Pues a través de :

  • Conflictos constantes: Una persona con un trastorno de personalidad puede tener muchas peleas con amigos o familiares porque interpreta las cosas de manera negativa o porque no puede manejar bien sus emociones.

  • Dificultad para confiar: Por ejemplo, alguien con un trastorno de personalidad paranoide puede sospechar constantemente de las intenciones de los demás, lo que hace difícil mantener relaciones cercanas.

  • Dependencia extrema o aislamiento: Algunas personas pueden depender demasiado de los demás, volviéndose muy pegajosas, o al contrario, evitar el contacto social porque temen ser rechazadas.


¿Qué significa esto en su vida diaria?

Estas dificultades hacen que sea complicado formar y mantener relaciones saludables. La persona puede sentirse sola o incomprendida, y los demás pueden alejarse porque es difícil lidiar con los comportamientos asociados al trastorno. 

Las dificultades en las relaciones son un signo de que las maneras de interactuar de la persona están afectando negativamente su vida social y emocional. 

3. Problemas con la identidad y la percepción de sí mismo


Los problemas con la identidad y la percepción de sí mismo en personas con trastornos de personalidad significan que estas personas a menudo tienen una imagen de sí mismas que es inestable o confusa. Esto puede hacer que no sepan bien quiénes son, qué quieren en la vida, o cómo se sienten sobre sí mismas.

¿Cómo podemos detectar esto?

Pues a través de :

  • Cambios de identidad: Una persona con un trastorno de personalidad puede sentir que su identidad cambia con frecuencia. Por ejemplo, un día puede sentirse muy segura de sí misma y al día siguiente, dudar de todo lo que es.

  • Sentimientos contradictorios: Alguien puede tener una mezcla de sentimientos contradictorios sobre sí mismo, como sentirse muy valioso en un momento y completamente inútil al siguiente, sin una razón clara.

  • Falta de un sentido claro de sí mismo: Algunas personas pueden no estar seguras de sus propios valores, metas o incluso de lo que les gusta y no les gusta. Esto puede llevarlas a cambiar de opinión o de comportamiento dependiendo de con quién estén.


¿Cómo afecta esto su vida?

Estos problemas con la identidad hacen que la persona tenga dificultades para tomar decisiones importantes, mantener relaciones estables o incluso sentirse segura en su vida diaria. La constante duda y cambio en cómo se ven a sí mismas puede generar mucha confusión y ansiedad, tanto para ellas como para quienes las rodean. En resumen, estos problemas pueden hacer que sea muy difícil para la persona tener una vida equilibrada y sentirse en paz consigo misma.

4. Resistencia al cambio 


Generalmente, estos patrones no cambian fácilmente, incluso cuando causan problemas significativos en la vida de la persona. La resistencia al cambio en los trastornos de personalidad significa que las personas tienen mucha dificultad para modificar sus pensamientos, emociones o comportamientos, incluso cuando esos patrones les están causando problemas en su vida.

¿Cómo podemos detectar esto?

Pues a través de :

  • Inflexibilidad: Supongamos que alguien siempre reacciona con enojo cuando no consigue lo que quiere, y esto le trae conflictos con los demás. Aunque se da cuenta de que este comportamiento le causa problemas, le resulta extremadamente difícil cambiar su manera de actuar. Sigue reaccionando de la misma forma una y otra vez.

  • Dificultad para adaptarse: Otra forma de verlo es que la persona puede tener problemas para adaptarse a nuevas situaciones o exigencias. Si algo en su vida cambia, como un nuevo trabajo o una relación, puede seguir actuando de la misma manera que lo hacía antes, aunque ese comportamiento no funcione en la nueva situación.


¿Qué significa esto en su vida?

Esta resistencia al cambio hace que la persona siga atrapada en patrones que no son útiles o que incluso son dañinos. Por ejemplo, si siempre reacciona con desconfianza hacia los demás, puede que siga desconfiando, aun cuando no hay razones para hacerlo, lo que puede arruinar sus relaciones. Aunque otros intenten ayudarle a ver que su comportamiento no es saludable, la persona puede tener una fuerte resistencia a cambiar.

La resistencia al cambio en los trastornos de personalidad es un rasgo que hace que la persona siga actuando de la misma manera, a pesar de que esos comportamientos no le estén funcionando bien, y le resulta muy difícil romper esos patrones sin ayuda.

Clasificación de los Trastornos de la Personalidad


Los trastornos de la personalidad se dividen en tres grupos principales, según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Aquí solamente los enumeramos ya que en otros apartados se explicarán con más detalle.

  1. Grupo A: Trastornos de la personalidad excéntricos o extraños

    • Paranoide: Desconfianza y suspicacia general hacia los demás.
    • Esquizoide: Desapego de las relaciones sociales y una gama limitada de expresiones emocionales.
    • Esquizotípico: Disconformidad en las relaciones cercanas, distorsiones cognitivas o perceptivas, y comportamiento excéntrico.
  2. Grupo B: Trastornos de la personalidad dramáticos, emocionales o erráticos

    • Antisocial: Desprecio por los derechos de los demás, violación de normas y falta de remordimiento.
    • Límite (Borderline): Inestabilidad en las relaciones, la autoimagen y los afectos, e impulsividad.
    • Histriónico: Emotividad excesiva y búsqueda de atención.
    • Narcisista: Sentido grandioso de la importancia personal, necesidad de admiración y falta de empatía.
  3. Grupo C: Trastornos de la personalidad ansiosos o temerosos

    • Evitativo: Inhibición social, sentimientos de inferioridad y sensibilidad a la crítica.
    • Dependiente: Necesidad excesiva de que los cuiden, y comportamiento sumiso y pegajoso.
    • Obsesivo-compulsivo: Preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control, a expensas de la flexibilidad.

Estos trastornos a menudo se diagnostican en la adultez temprana y pueden requerir tratamiento, que incluye terapia psicológica y, en algunos casos, medicación. La intervención temprana y el apoyo continuo pueden ayudar a las personas a manejar mejor sus síntomas y mejorar su calidad de vida. No esperes si es tu caso para no desarrollar algo de mayor dificultad.

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